En Tierra de Sombras una Luz Resplandeció

(Homilía para Tercer Domingo Ordinario, Año A)

En 1999 tuve la oportunidad de conocer al Cardenal Jaime Madrid de Manila. Recibió cordialmente a un grupo de cuarenta sacerdotes, hermanas y laicas. Habló por una hora, contándonos sobre sus años como Primado de las Islas Filipinas. Lo que mas querría escuchar era de la “Revolución Rosario” de 1986 que causó un cambio dramático en el gobierno del país.

Era un evento extraordinario y el hombre al mero centro era el cardenal. No que el organizó el derrumbe de Fernando Marcos, pero la gente lo miraba como guía espiritual. Sabiendo que la situación era explosiva, el Cardenal Sin hizo algo sorprendente. Fue a su capilla y pasó dos horas ante Jesús presente en el Sacramento. Para algunos parecía un retraso, pero cuando él salió, sabía lo que tenía que hacer. Lo que sucedió asombró al mundo. Llevando solamente rosarios e imágenes bendecidas, jóvenes, hermanas, sacerdotes, amas de casa y otros ciudadanos enfrentaron a soldados armados y tanques. Los tanques pararon y jovencitas caminaban entre los soldados ofreciéndoles flores y pidiendo que abandonaran al ejército. Muchos lo hicieron, dejando al ejército caído. A parte de una muerte accidental, la revolución ocurrió sin derramar sangre.

El Cardenal Sin describió como aquel día la gente pasó de miedo a jubilación, de tristeza a una esperanza brillante. Como Isaías lo expresó: “Sobre los que Vivian en tierra de sombras, una luz resplandeció.” (9:1)

Desde luego, ningún cambio de circunstancias aquí en la tierra logrará todo lo que la gente esperaba. Pero unos eventos nos hacen vislumbrar el futuro que la Biblia describe, el futuro que Dios ha preparado para su pueblo. Quizás no sea algo tan dramático como una revolución política. El nacimiento de un niño, cumplir de un proyecto difícil, la unión de dos corazones – tales sucesos abren posibilidades que parecen sin limites.

Desgraciadamente los sueños muchas veces no vienen a ser realidad. Las posibilidades quedan dormidas. Su cumplimiento parcial puede llegar a desilusión, aun un sentido de ser decepcionado. La Revolución Rosario no trajo una sociedad harmoniosa con prosperidad para todos. De igual modo, las amistades se marchitan, los niños vienen a tener una voluntad propia. No significa que la esperanza inicial era un fraude. Lo que significa es que tenemos que oír otra vez la primera palabra publica de Jesús: “Conviértanse.”

Ser discípulo de Jesús requiere trabajo – y el primer trabajo de cada día es lo mismo: Arrepentirse. Cambiar la mente. Adquirir un corazón nuevo.

Uno de mis amigos sacerdotes mostraba indicaciones de impaciencia. Cuando alguien se le acercaba con un pedido, a veces diría, “¿No puedes ver que estoy ocupado? Regresa mas tarde.” Le dije, “No actúes como un viejo amargo.” Pues, esto era hace unos quince años. Ahora, él está tomando un curso de larga distancia para poder servir mejor a la gente. Cuando lo vi., le dije, “Te saludo.”

Jamás es tarde para hacer un Nuevo comienzo. Para muchas personas su película favorita es, “Lo Que el Viento Se Llevó.” ¿Por qué es Scarlett O’Hare una heroína tan atrayente?” A pesar del hecho que la vida casi la aplasta, a pesar del hecho que ella misma hacer elecciones malas, se levanta la mano y dice, “Jamás tendré hambre otra vez.” Y, después de un momento de reflexión, “Mañana es otro día.”

El otro día ya ha llegado. Es tiempo para ver de nuevo el sueño, mirar las posibilidades que tú tienes, recordar cuando las sombras cambiaron en luz resplandecientes, hacer un comienzo bueno. Poner disciplina otra vez en tu vida; no es posible ser discípulo sin disciplina. En una palabra, convertirse – ya está cerca el Reino de los cielos.

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English Version

De los Archivos (Tercer Domingo Ordinario, Año A):

2011: Responsabilidad Personal y Solidaridad
2008: Juan Habia Sido Arrestado
2005: En Tierra de Sombras una Luz Resplandeció
2002: Habrá Herejías

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