Para personas que no son cristianos, uno de las cosas más difíciles de entender de nuestra fe es porque consideramos el orgullo como pecado. En la cultura actual, generalmente se usa la palabra "orgullo" en un sentido positivo. Por ejemplo, es algo bueno tener orgullo en su trabajo. Significa buscar la excelencia. Todos preferimos un mecánico que toma orgullo en su trabajo y animamos a los jóvenes tener orgullo en quienes son y que hacen.

También usamos la palabra para significar un tipo de gratitud, por ejemplo, tomar orgullo en su patria. Estoy orgulloso de ser americano porque reconozco los logros y beneficios de mi país. Este orgullo - hasta cierto punto - puede ser una forma de humildad porque la bondad que pertenece a los Estados Unidos tiene muy poco que ver con mi contribución, sino es algo que he recibido como un regalo. Orgullo en la patria, la familia, la parroquia es - hasta cierto punto - una forma de gratitud y humildad.

Orgullo en el sentido de reconocer un regalo recibido y buscar la excelencia es obviamente una cosa muy positiva. Sin embargo, en la Biblia la palabra "orgullo" tiene otro sentido. La escritora inglesa Dorothy Sayers expresó bien el significado bíblico de orgullo: "Es el esfuerzo ser 'como Dios,' el 'yo' en vez de Dios, el centro sobre lo cual giran la voluntad y el deseo." La palabra Latín para esto es Suberbia - soberbia. La Señorita Sayers continua: "En su sentido mas especifico orgullo se presenta como Vana Gloria - un egoísmo tan fuerte que no puede aguantar tener cualquier lugar excepto el primero, y odia y desprecia toda otra persona desde el deseo de dominar." Cuando cristianos hablan de orgullo como cabeza y raíz de todo pecado, refieren a la soberbia y vanagloria.

Es contra este sentido de orgullo que Sirácides y Jesús luchan en las lecturas de hoy. Cuando Sirácides dice, "lo que es demasiado sublime para ti, no busques," no está en contra del estudio y avances científicos. De modo semejante, Jesús nos dice que tomemos el lugar mas bajo. Un ejemplo es San Martín de Porres. Está representado con la escoba porque siempre buscaba el trabajo más humilde en su comunidad religiosa. Esto no previno que al final brillaban sus dones extraordinarios. Al humillarse cumplió cosas muy grandes.

Reconocer el orgullo falso puede ser una experiencia de liberación. Muchos de Uds. recuerdan a Charles Colson. Era uno de los malhechores del escándalo de Watergate y fue a la cárcel por sus crímenes. Era un hombre sobrado que pensaba que podía hacer cualquier cosa. Una vez dijo que pisaría sobre su propia abuela para lograr sus metas. En la prisión leyó Mere Christianity por C.S. Lewis. El capitulo que lo pego mas duro tuvo el titulo "el pecado más grande" en lo cual Lewis explica el pecado de orgullo. Cuando reconoció su soberbia tal como era, Colson se arrodillo en su celda y con una abundancia de lágrimas, dio su vida a Cristo.

En algún grado todos necesitamos esa liberación. Fácilmente reconocemos la soberbia de otros, pero es más difícil reconocer la nuestra. Una de las ventanas de nuestro templo tiene la imagen de San Martín de Porres. ¿Por que no pedir su intercesión para aprender el sentido verdadero de humildad?

************