Tema básico: Jesús es el Alfa y la Omega. Eso significa que es el fundamento del universo y - si lo permitimos - el fundamento de nuestras vidas.

Hoy en la Fiesta de Cristo Rey, Jesús - en unión intima con el Padre - nos dice que el es el Alfa y la Omega. Ustedes han visto esas letras en el arte cristiano: el Alfa parece como una A mayúscula y la Omega como una U volteada. Son el A y la Zeta del alfabeto griego - la primera y la última letras. Jesús elabora sobre lo que significa ser el Alfa y la Omega: el es, dice, "El que es, el que era y el que ha de venir, el todopoderoso." Como el principio y fin de la creación, Jesús es origen del cosmos; el es el fundamento de la estructura entera.

Es asombroso pensar en Jesús como fuente del universo inmenso con todas sus galaxias, pero hay algo más inmediato aquí. Las galaxias son extensiones de elementos sencillos y bellos. Tu y yo - a pesar de ser mucho mas pequeños - somos en un sentido mas complicados. Tenemos que hacer una decisión en relación a nuestro fundamento.

Antes de invitarles a hacer una decisión, quisiera que se considere primero cual es una fundamento. Muchas veces el fundamento no nos llama la atención, pero es la parte más importante de la estructura. Lo vi el verano pasado cuando hicimos el proyecto de renovación de la escuela. Día por día observé el progreso de la obra. Pero tengo que admitir que empezaba a sentirme nervioso. Los obreros estaban gastando tanto tiempo escavando y rompiendo cosas, que pensaba que no iban a terminar en tiempo para comenzar el año escolar. Sin embargo, cuando completaron el fundamento, lo demás avanzó rápido y terminaron en buen tiempo.

Construir un fundamento sólido requiere mucho esfuerzo. Y una vez establecido el fundamento, el dueño de la casa tiene que tomar cuidado que el edificio esté conectado correctamente con el fundamento. Se puede tener una casa linda con bellos muebles, pero si podredumbre o termitas están comiendo las maderas conectadas con el fundamento, la casa no durará. El edificio tiene que mantenerse conectado con el fundamento - o fácilmente se cae.

Lo mismo aplica a nuestras vidas. Si no construimos sobre un fundamento fuerte y nos mantenemos conectado con el, nuestras vidas - y nuestras relaciones - puede caerse fácilmente. Escuché de un hombre que lo aprendió en una forma dura. Tenía una hija que adoraba. Deseando siempre agradarle, le compraba ropa bella, las mejores escuelas, todo regalo que podía imaginar. Compró un carro lujoso para viajar juntos - e impresionar a otros. Cuando ella era adolescente, le ofreció un viaje en crucero y le dijo que podía invitar una amiguita a acompañarles. Esperaba su reacción de alegría, pero no sucedió. En vez de saltarse con gozo, ella se calló y le dijo que no querría ir. Aturdido, le preguntó, "¿Por que?"

Le miró a su papá y le dijo, "Usted no me trata como hija. Me trata como mascota. No soy su mascota."

El hombre estaba tan golpeado que hizo algo que no había hecho por mucho tiempo. Rezó. En desesperación fue a confesarse para poder hablar con un sacerdote. El hombre se dio cuenta que el tenía que determinar cual era el fundamento de su vida. Solamente así tendría base para conectarse con su hija. No podía hacerlo comprandole cosas lindas.

Pensandolo bien, ¿cual es la diferencia entre un hijo y una mascota? Yo tengo una mascota y lo quiero mucho. El parece contento si le proveo comida, cariño y algo de protección contra el clima. Si Samuez se enferma, tengo que decidir como cuidarlo - y tal vez algún día tendré que hacer la decisión dolorosa de adormirlo. Sam me pertenece a mi - y el parece contento con este arreglo. Un niño es diferente. No pertenece a sus papás en un sentido último. Cada hijo, como dice el Catecismo, es un regalo. Pertenece a otro.

Jesús nos dice hoy que el es el Alfa y la Omega. Alfa, como mencioné antes, es la primera letra griega; Omega es la última. Jesús es un punto de partir, el fundamento; el también es la meta. Descubrimos el base de nuestra vida cuando nos conectamos con el. Si tratamos de construir una estructura a parte de el, al final se cae. Es un castillo en el aire - una ilusión que se deshace como la neblina.

Durante este mes de Mayordomía o Co-Responsabilidad les hemos invitado a construir sus vidas sobre un fundamento seguro: reconocer que la fuente de su vida, sus habilidades y los diferentes recursos que tienen. Significa reconocer a El a quien nos pertenecemos al final de las cuentas. Hacerlo no solamente dará paz interior; es la cosa mejor que se puede hacer para los que usted ama.

Durante las semanas que vienen habrá mucha presión de nuestra sociedad de comprar regalos para miembros de la familia y otros. Está bien. Pero esté seguro que usted mira al fundamento de su vida - el único fundamento para construir una relación profunda con su hijo u otro ser querido. En este domingo final del año litúrgico, la Iglesia nos llama a reconocer que pertenecemos a Cristo. El es nuestro Rey. Jesús nos dice, "Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que ha de venir, el todopoderoso."

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