¿Alguien jamás te ha dicho que el mundo sería mejor si la Iglesia Católica dejara de imponer culpabilidad? Nuestro constante hablar del mal del aborto, homosexualidad, esterilización, etc., junto con la amenaza del fuego del infierno, en realidad causa que muchos recurran al alcoholismo, abuso de drogas, pornografía y otras adiciones. Así dicen. A pesar de no decirlo tan directamente, esta forma de razonar está bajo de mucha critica de las enseñanzas católicas.
El argumento tiene su atracción. Sería maravilloso crear una sociedad libre de culpa y miedo. Pero el problema es que ya han tratado de hacerlo. Unos grupos utópicos han hecho el esfuerzo, generalmente con resultados destructivos. Y por un poco más de setenta años, un país masivo negó oficialmente a Dios y la moralidad convencional. Lejos de crear un paraíso, los soviéticos terminaron con nuevos niveles de desesperación y angustia.
La ironía es que, al haber triunfado sobre comunismo soviético, nosotros estamos en un proceso de excluir a Dios y la ley moral del discurso público. Estamos viendo resultados semejantes en la desesperación y comportarse auto-destructivo de nuestros jóvenes – y muchos que no son tan jóvenes.
En su libro What We Can’t Not Know: A Guide, J. Budziszewski dice que hay ciertas verdades morales que seres humanos sencillamente no pueden no saber. La orientación humana al bien es tan fundamental que aun cuando agentes morales hacen el mal, que tratan de redefinirlo como el bien. Budziszewski insiste que tales esfuerzos son auto-decepciones porque los seres humanos no pueden evitar la voz profunda de conciencia que pronuncia sus hechos como mal.
Hoy Jesús le dice a un hombre, “Ya sabes los mandamientos.” (Mc 10:19) Como todo buen judío, había estudiado el Decálogo. Quizás más importante, tenía aquella ley escrita en su corazón. (Rom 2:15) Sin embargo, hace una declaración que causa duda:
Todo eso lo he cumplido desde muy joven.
Si “el hombre justo cae siete veces,” (Prov 24:1) y “todos han pecado y perdido la Gloria de Dios,” (Rom 3:23) es una declaración bastante extraordinaria. .
“Jesús lo miró con amor.” A veces se dice que Jesús lo amó a causa de su bondad. Pero también puede ser que Jesús lo amó en el sentido más profundo – querría que él reconociera su condición verdadera y volver completamente a Dios
De todos modos, Jesús le hace una oferta. “Vende lo que tienes, da el dinero a los pobres...Después, ven y sígueme.” La oferta desenmascara al hombre, “se entristeció y se fue apesadumbrado.”
Sabia los mandamientos, pero no querría abrazar sus implicaciones completas. Así hacen muchos hombres hoy – incluyendo a Ud. y a mí.
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